Mi papá, más conocido por mis amigos como El Viejito Misterioso, fue presionado por una vendedora para que adquiriera el nuevo teléfono de la ETB, con identificador de llamadas y otras guarachas más.
Al poco tiempo el aparato empezó a sacar la mano y El Viejito Misterioso, que es más vivo que el Señor ETB, aplicó un mini plan de chatarrización de electrodomésticos: se compró un teléfono de verdad y me dejó el dañado a mí.
La situación no puede dar para menos: la tecla del 8 titila como una luz estroboscópica, el flazh hace el papel de redial y el redial, a su vez, realiza su misma función pero doble (marca 2 veces el mismo número) y si presiono el 2 se mantiene oprimido un buen tiempito. Como quien dice que el único número que el teléfono marca, que empiece por 2, es el de Taxis Libres. De un tiempo para acá el identificador no pertenece ni a nuestra casa ni mucho menos a este barrio o estrato. Ahora solo identifica los números que el quiera. Nada que venga de Cali o números que empiecen por 7.
Vuelvo y digo que nada como lo nuevo. El de mi papá es inalámbrico, tiene altavoz e identifica los números a grito herido porque se le pueden grabar los nombres y los dice con una tierna voz de asafata rusa ebria.
Un ser chabacano, autóctono y real en la imaginación y la personalidad de muchos colombianos que muy en el fondo, y casi siempre ebrios, desean ser así. Un lugar en donde ni la plata, ni la diversión, ni la imaginación llegan a un límite.
martes, noviembre 29, 2005
Esto es culpa del Señor ETB
Felicitaciones al Viejio Misterioso por su nuevo aparato