Hoy, sexto día del sexto mes del sexto año, día en el cual llegaría Belcebú a dar correa, pasó sin pena ni gloria.
Prueba fehaciente es que sigo postiando como siempre, con la barriga hinchada de tanto güisqui igual que siempre, apoyada en el mesmo mesón de siempre y ligeramente sobrio... como suele suceder.
Yo pensé que se iba a oscurecer el día y que de la tierra iba a salir el diablo en moto, que la internés iba a colatsar, que vería escenas en los noticieros de muertos saliendo de sus tumbas y bailando cual video de Maicol Yaczon "Thriller", que de los paquetes de Todo Rico iban a salir alacranes y se iba a aparecer de nuevo el diablo en taxis, iglesias, tiendas de modistería, restaurantes Mc Donalds y bailaderos de Melgar y Girardot.
Yo disque estrenando calzoncillos porque hoy se acababa el mundo. Porque eso sí me inculcaron que 'yo podría ser el tipo más levantao', ordinario, guache y gala de la vida pero que por nada del mundo NO fuera a estrenar calzoncillos el día del juicio final'. Y vea usted... los de trigre con futzia se quedaron como el ternero.
En mi computador quedaron ensayadas las canciones "The Number Of The Beast" de Iron Maiden; "Marca Mi Número Es El 666" de Ángeles del Infierno y "El 666" de Lizandro Mesa, cosa que no me parece justa porque esos temitas estaban pidiendo pista.
Hoy las salas de parto no hicieron ni el ridículo, las sectas satánicas estarían de foforro y los taxistas andarían más armados que de costumbre.
Esperamos que el dichoso AntiCristo no haya nacido y que Dios quiera que no nazca. Ya bastantes problemas tenemos en este mundo como para que nos llegue alguien más relajiento que Hitler, Pinochet u otros tantos que ya han venido a joder la existencia.
Si llegase a venir lo único que pido es que no tome por arriendo la casa de al lado de donde vivo ni que consiga trabajo cerca al mío porque qué pereza tener que verle los cuernos en el bus todos los días.
Un ser chabacano, autóctono y real en la imaginación y la personalidad de muchos colombianos que muy en el fondo, y casi siempre ebrios, desean ser así. Un lugar en donde ni la plata, ni la diversión, ni la imaginación llegan a un límite.
miércoles, junio 07, 2006
06 - 06 - 06
JEJEJE que bonito fin del mundo...