Hoy recuerdo cuando era un 'cachorro' y me dormía temprano, aún oliendo a pólvora, con la idea de levantarme antes que todos para salir a darle una vuelta solitario a las calles para ver cómo se veía mi barrio sin una sola alma.
Hoy recuerdo cuando terminaba de cenar y salía a la vuelta de mi casa a donde Nando, un amigo de infancia. Nos reuníamos todos 'pelaos' a comer ponqué y tomar gasiosa mientras el papá de mi amigo prendía voladores y volcanes. La gente en las calles, la pólvora, ese ambiente de unas navidades que solo viven en la mente de los más viejos.
Hoy recuerdo cuando toda la patrulla de amigos llegaban a buscarme a la 1:30 AM a mi casa. Recientemente habíamos descubierto las bondades del alcohol y salíamos por todo el barrio a dar vueltas y a tomar hasta que el sol bordeaba las montañas.
Hoy recuerdo cuando Pork y Yo llegábamos a la casa de El Ovejo a terminar de llenarnos a punta de lechona. Una época de estrecha amistad, de pelo largo y chamarra negra, de mucho Rock y demasiado para reir.
Hoy recuerdo ese 1 de enero que me dormí temprano para poder llegar antes que todos a ese paraiso en Melgar. Algo novedoso, diferente. Un sueño que aún no termino de creer.
Hoy más que nunca recuerdo esas noches en Melgar, caminando por las calles con la tambora para la rumba de El Mono. Una neblina suave, un ambiente propio de un Sanadresito a mediodía: en cada casa una canción diferente. Sentados todos en la acera esperando a que los demás llegaran para comenzar el fiestón. "Allá viene Safri" dice Diegay. Y entonces al pueblo a comprar de tomar.
Y a darle a la actitud alcoholística hasta que se acabe el trago, o que se rompa un parche de mi tambora, o que se funda la batería del carro, o la familia mande a los celadores a buscar por uno o que ya el hambre ataque. Vaya a dormir y en la tarde un juego de tejo con unas Águilas que esperan en un balde de ropa lleno de hielos.
Hoy recuerdo ese otro 1 de enero sobre la tapa del motor del carro de El Mono hablando con ella, la que me gustaba y a la que Yo le encantaba. Viendo un cielo extremadamente estrellado, con estrellas fugaces por cada respiro. Sonrriendo con ella, bailando, tratando de esquivar todo indirectazo mientras la novia que Yo más amaba ni idea en qué andaba. Pero así es la vida. 'Un baile que con el tiempo damos la vuelta'.
Hoy recuerdo ese último año nuevo con mi mamá. Manejaba hacia una rumba en un club mientras los niños del pueblo lanzaban voladores y buscaniguas en las calles. Una fiesta elegante. Orquesta, velas con candelabros flotando en las piscinas, licor fino, un club atiborrado de gente importante y pinchadísima y mujeres que me devolvían a una de esas épocas que nunca viví pero que conozco gracias a mis viejos. Justo cuando todo terminaba empezó a diluviar a cántaros y salimos en mi auto hacia donde ellas vivían. Tomamos la primera cerveza del año y la abracé a ella, a la que me gustaba, a la que quería tener en mis brazos.
Hoy recuerdo lo que pasó en las primeras 4 horas y 28 minutos de este nuevo año. Estoy algo beodo, completamente solo, triste pero eso sí con muchas ganas y demasiadas esperenzas por lo que pase en este nuevo año. Hoy de nuevo agradecido por tener salud para poder teclear todo lo que se me ocurre, por poder caminar y saber cómo muta el mundo, por poder hablar y pedir que me cambien el plátano por más carne en los asaderos.
No esperaba nada para este 31 y mucho menos para este año. Mira a las alturas que estamos... el 31 3 de mis mejores amigos llegaron para pasar año nuevo en mi casa (todos viven lejos.) a estas alturas del año creo que por fin me voy a casar. planearé tener un hijo y una familia. No se si de aqui a medio año otro gallo cante, por ahora eso es lo que tengo en mente. Besos y mucho animo.